Una fuerza diferente

Hace rato que no necesito demostrarle al mundo que soy tan capaz como un hombre. Ya me siento igual que ellos y creo que muchas mujeres comparten esta visión.

Sin embargo, cuando la publicidad quiere plasmar nuestra fortaleza femenina, nos muestran con un par de guantes de box, vestidas de corbata y traje de dos piezas o arriba de una moto, símbolos que en sí no son malos ni buenos, pero que parecieran apuntar netamente al «músculo». Como si de alguna manera, volverse poderosa fuera convertirse en hombre .

Y entonces, ¿dónde está la fuerza de una mujer? Sin tener una respuesta definitiva ni absoluta, pensé en las siguientes situaciones:

-Cómo enfrentamos nuestra propia oscuridad, asumimos lo que realmente sentimos y nos hacemos cargo. Al menos, no consideramos a un sicólog@ como un loquero.

-Donde los hombres muchas veces ven recursos, las mujeres distinguimos personas con historias, familias y sentimientos. Y sí, somos capaces de ver más allá de lo evidente (tanto que podemos llegar a abrumarnos).

-No sé si tenga relación con nuestra capacidad biológica de dar vida, pero podría asegurar que nos cuesta en extremo quitar la de otros.

-El arte es parte de nosotras. Jugamos con sus colores y formas en nuestras caras, ropas y en todos los detalles que nos sean posibles. Nos hacemos de su poder. Es divertido.

-Nos enfocamos en el trabajo bien hecho, más que en el afán de competencia por superar al otro.

Seguro que con este breve listado dejo afuera muchas otras demostraciones de fortaleza, ¿alguna qué quisieran agregar? Tal vez no son muy actractivas para un comercial, pero a veces las hecho en menos.

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Escribir un libro y bolitas de conejo

(La imagen de la cabecera es un pantallazo de una página de Maldita Jefa con el pin-pong de control de cambios entre el editor y yo. Por supuesto, no podía faltar el error de Microsoft Word diciéndote que el programa no responde y que perdiste los cambios que no alcanzaste a guardar).

Hola, ¿cómo están tod@s?

Yo, con piyama de gato, junto a Petrolina (la mancha negra) y el peludo Eulalio

Yo bien, gracias. Un tanto desaparecida de redes sociales desde que me embarqué en el libro de “Maldita Jefa”. Luego que firmé contrato, justamente para el día de mi cumpleaños (24 de mayo), le puse tanto cariño a la escritura que pasé de una historia de 45 páginas en word (las que ustedes ya conocen en la web) a más de 150 que terminé de escribir la semana pasada. Obviamente, mi idea no es hacer mi propia versión del Señor de los Anillos, así que esa cifra se verá reducida por las correcciones e ideas sugeridas por mi querido editor. Sí, señores, porque la aventura todavía no ha terminado, sigo trabajando en el libro. Sigue leyendo